Qué debes saber sobre el cáncer poco conocido que afecta a hombres

El cáncer de próstata es el segundo más frecuente entre los hombres, con 899.000 nuevos casos al año en el mundo, en cuanto al de testículo solo representa alrededor del 1,5% de los tumores del sexo masculino, con aproximadamente 49.000 nuevos casos anuales, pero su número está aumentando desde los años 50, sobre todo en países desarrollados. Ambos tipos de cáncer son relativamente conocidos y normalizados, de hecho celebridades como Ben Stiler o Robert De Nito, hablan abiertamente sobre su experiencia con la enfermedad.

Lo que se conoce menos es otro tipo de cáncer que también afecta a los hombres: el de pene, que puede darse en su piel o en el glande. John Osborne no era consciente de que lo padecía hasta que se lo diganosticaron el año pasado. “Ni siquiera sabía que existía este tipo de cáncer, y creo que existe mucha desinformación sobre el tema. Era algo de lo que nunca había oído hablar ni tenía a nadie que lo hubiese padecido, pero sí conocía otros tipos de tumores que pueden tener los hombres”, confiesa a ‘The Independent’.

Después de ser remitido a un dermatólogo y urólogo, ambos le dijeron que era normal pasarlo por alto, dada la rareza de esta enfermedad. “Fue un verdadero shock cuando empezaron a hablar sobre el tratamiento y la forma de curarlo que consistía en aplicar cirugía y después una reconstrucción, casi no pude lidiar con ello”, confiesa.
Según un estudio realizado por el Servicio de Urología del Hospital universitatio La Fe de Valencia, en el cual participaron 47 pacientes diagnosticados con este cáncer, se descubrió que la edad media de los enfermos ronda los 60 años, siendo el 95% de los casos mayores de cincuenta y localizándose la enfermedad en el 40% de ellos en el glande, el 34% en el prepucio y 26% en otras zonas.

Causas

Aunque las causas exactas son desconocidas es más normal que se produzca en los penes no circuncidados. El Instituto Karolinska identificó los factores de riesgo del cáncer de pene basándose en una búsqueda en ‘Medline’ de los artículos publicados entre 1966 y 2000. Los factores de riesgo más importantes identificados mediante estudios de casos y controles fueron: fimosis, afecciones inflamatorias crónicas, tratamientos con fotoquimioterapia, radiación ultravioleta A y tabaquismo. Los antecedentes sexuales (múltiples parejas o edad joven de la primera relación sexual) y los antecedentes reconocidos por el paciente de condilomas (verrugas genitales) se asocian a un aumento en 3-5 veces del riesgo de cáncer de pene. Además se ha asociado la infección por Virus del Papiloma Humano, detectándose en el ADN del 80% de las piezas tumorales.

Cómo detectarlo

El cáncer de pene es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos del miembro. Los síntomas de este tipo de cáncer incluyen heridas, secreción y sangrado. Se debe acudir a la consulta del médico rápidamente si se tuviera algún indicio. El enrojecimiento, irritación, bultos o dolores en el pene son también algunas de las señales que puedes tener si lo sufres.

Puede ser traumático pero en ambos casos puede recuperarse la función sexual

Según el Instituto Nacional de Cáncer, se pueden utilizar las siguientes pruebas y procedimientos para diganosticarlo: un exámen físico y estudio de antecedentes donde se examina el cuerpo para comprobar los signos generales de salud, incluso el control del pene, para verificar si hay signos de la enfermedad, como bultos que hayan aparecido, y se miran los tratamientos y enfermedades previas del paciente. Otra de las formas sería mediante una biopsia, que consiste en la extracción de la células o tejidos para que se observen bajo un microscopio y se verifique la presencia de la enfermedad.

​Tratamiento

Cuando se diagnostica temprano (en estadio 0, I y II) el cáncer de pene es sumamente curable. La posibilidad de curación disminuye en forma pronunciada en los estadios III y IV. Debido a la poca frecuencia de este cáncer en los EEUU, hay pocos estudios o ensayos clínicos específicos sobre ello. Los pacientes que padecen las etapas más avanzadas pueden ser aptos para participar en ensayos clínicos de fase I y fase II que evalúen fármacos nuevos, productos biológicos o técnicas quirúrgicas para mejorar el control local y las metástasis a distancia.
La selección del tratamiento depende de los siguientes aspectos: tamaño, localización, invasividad y estadio del tumor. El caso de John se encontraba en grado III y fue operado tres veces tras habersele realizado una biopsia, ya que el que él padecía era bastante agresivo y se extendía rápidamente. “Fui muy afortunado de encontrarlo a tiempo y tuve la suerte de que no me realizaran una penectomía total (extirpación total del pene). Hay muchos casos en el que es la única solución”.

Muchos hombres que lo padezcan serán intervenidos con una glandectomía, lo que significa que extirparán su glande y realizarán un injerto de otra parte del cuerpo , a la que darán forma para que parezca igual. Esta opción es la normal, ya que la extirpación total es muy rara. ” Es evidente que esto causará estragos sobre la imagen corporal y masculinidad de un hombre. Puede llevar mucho tiempo adaptarse a esta nueva situación. En ambos casos se puede recuperar la función sexual, aunque entiendo que puede ser traumático”, confiesa Osborne.

Tomado de: http://www.elconfidencial.com

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